Cómo lograr bibliotecas digitales más inclusivas

tres dispositivos y una silueta de mujer con un altavoz

Esta es la primera entrega de una serie de artículos donde refrescaremos algunas buenas prácticas de accesibilidad y usabilidad para bibliotecas digitales y que te orientarán desde el momento mismo de la planificación del servicio.

Ten en cuenta que si bien estas prácticas están dirigidas a los y las profesionales de información, es buena idea que las compartas, o al menos se las comuniques al equipo que debes conformar con los profesionales informáticos, que suelen ocuparse de la instalación, configuración y mantenimiento de la biblioteca digital a nivel institucional. (Es más, estos conceptos de calidad digital se complementan con los que provienen de la informática).

Aun cuando algunas de estas buenas prácticas te parezcan obvias, préstales su atención pues de su aplicación dependerá lograr una biblioteca digital realmente inclusiva –accesible– y con una interfaz amigable, simple de utilizar y que brinde las experiencias de usuario más atractivas y memorables posibles.

Son muchos y muy diversos los aspectos a observar. De ahí que, los agrupemos en buenas prácticas generales o globales, buenas prácticas para aplicar sobre los recursos, en los formularios, a las interfaces de búsqueda y recupero y buenas prácticas para favorecer la interacción de/con los usuarios.

Comenzaremos hoy con algunas buenas prácticas generales o globales. Para ello te aconsejamos que si te dan participación en la elección de la plataforma, trata que seleccionar aquella que reúna la mayor cantidad de estas características:

  • Posea un diseño web adaptable o responsivo. Mucho mejor, si se acompaña con una aplicación móvil accesible, liviana, simple y compatible con Android e IOS (además de la interfaz para computadora)
  • Su plataforma web sea rápida de cargar con una interfaz de usuario limpia, simple y agradable estéticamente
  • Permita el registro e inicio de sesión con otro dato adicional o en reemplazo del correo electrónico (las generaciones más jóvenes ya casi no lo utilizan)
  • Habilite la mayor cantidad de modos de contacto posible además de los clásicos chat y formularios de contacto
  • Entregue el material en la mayor variedad de formatos estándares abiertos posibles, en especial los formatos responsivos que permiten adaptarse a las necesidades y preferencias lectoras
  • Garantice la mayor robustez y capacidad de respaldo ante variaciones de conexiones y contextos
  • Ofrezca la posibilidad de conversión automática texto a voz y viceversa
  • Autorice una mayor diversidad de personalizaciones de vistas de usuario según preferencias y necesidades (idiomas más frecuentes en la comunidad, por ejemplo)
  • Ofrezca simpleza en sus procesos de carga y descarga de contenidos

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Publicado por Diana Rodríguez

Soy profesional de información argentina. Desde 2007 dirijo INFORMACIÓN Y TIC y brindo talleres y conferencias en plataforma propia y a través de organizaciones de prestigio nacional e internacional. Me he propuesto difundir la inclusión digital como valor social, comunitario y profesional y aportar a la gestión de contenidos digitales inclusivos.

Un comentario en “Cómo lograr bibliotecas digitales más inclusivas

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