Formaciones a distancia inclusivas y sin acceso a redes en esta pandemia

Niños y niñas contra una pared con el símbolo de acceso a Internet tachado

¿Cómo se hace para implementar una formación a distancia sin contar con acceso a las redes eléctricas ni Internet y considerando además sus diversidades personales? ¿Y si además se agrega un contexto de aislamiento social obligatorio por pandemia? En este post responderé de manera unificada a estas preguntas que tantas veces me han hecho mis estudiantes.

Evidentemente, la mejor solución es promover un cambio radical de las condiciones de vida de estas personas y esto, excede nuestras posibilidades y responsabilidades. Sin embargo, empleando nuestros conocimientos y nuestra iniciativa podemos hacer mucho para posibilitar un acceso justo e inclusivo de la información a todas las personas.

Retornando a la pregunta inicial voy a agrupar mis respuestas en dos grandes grupos según las necesidades a considerar: 1) las diversidades de las personas que implicará cómo elaboramos los recursos y 2) sus posibilidad de acceder a los dispositivos y redes adecuadas en este contexto particular de pandemia que afecta la manera cómo hacemos llegar esos recursos:

1. Desde el punto de vista de la necesidad de inclusión para la diversidad (inteligencias múltiples, dificultades de aprendizaje, discapacidades) se recomienda que estos recursos educativos -digitales y no digitales- se confeccionen de acuerdo a las buenas prácticas de accesibilidad e inclusión comprendidas en las estrategias de diseño: Diseño Universal, Lectura Fácil y Experiencia de Usuario. Tengamos en cuenta que los recursos digitales elaborados según estas buenas prácticas, por su capacidad de adaptación del contenido, les resultan a los usuarios mucho más inclusivos que los recursos impresos o analógicos.

2. Desde el punto de la imposiblidad de acceso a las redes (o de mal funcionamiento) se pueden implementar alguna de estas estrategias para hacerles llegar los recursos:

  • Si las personas tienen dispositivos digitales adecuados, aunque no Internet: hacerles llegar el material en una memoria portable (como un pendrive, por ejemplo) a través de algún servicio de cadetería o el que sea posible si no es un contexto urbano. El material estará elaborado en formato digital accesible (o sea confeccionado como expuse más arriba) y lo podrán acceder desde su propio dispositivo.
  • Si no tienen dispositivo digital adecuado ni Internet pero sí tienen electricidad: se pueden enviar los contenidos por medio de radio o televisión, si poseen ese tipo de dispositivos, teniendo la previsión de elaborarlos de manera inclusiva.
  • Si no tienen dispositivo digital adecuado ni Internet ni electricidad: puedes hacerles llegar el material no digital (impreso o audios analógicos) aún a sabiendas que este tipo de recursos no es totalmente accesible para personas con alguna discapacidad.

No obstante lo anterior, la opción más audaz pero efectiva a largo plazo es hacer solicitudes con propuestas a las autoridades competentes para que solucionen los problemas de acceso a las redes de electricidad e Internet de todas estas personas. ¿Qué opinas?

Si tienes alguna sugerencia más para aportar, por favor compártela en un comentario.

Publicado por Diana Rodríguez

Soy profesional de información argentina. Desde 2007 dirijo INFORMACIÓN Y TIC y brindo talleres y conferencias en plataforma propia y a través de organizaciones de prestigio nacional e internacional. Me he propuesto difundir la inclusión digital como valor social, comunitario y profesional y aportar a la gestión de contenidos digitales inclusivos.

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