En estos días se habla y se lee mucho sobre la Lectura Fácil ¿Sabemos qué es? ¿La reconocemos como una competencia básica para educadores y para profesionales de la información y comunicación?
Para comenzar, te diremos que la lectura fácil es una adaptación de los textos, impresos y digitales, para todas las personas especialmente:
- quienes poseen alguna dificultad cognitiva,
- personas extranjeras que no dominan el idioma del país anfitrión
- niños y niñas que empiezan a leer
- personas mayores con los deterioros propios de la edad
- personas con dificultades para comprender mensajes escritos
En este video del colectivo Lectura Fácil Euskadi-Irakurketa Erraza justifican muy bien la necesidad de aplicar la Lectura Fácil:
En nuestra profesión ya contamos con varias normas y directrices que nos orientan en la redacción de lectura fácil:
- Directrices para material de lectura fácil, por IFLA (2012)
- Guía de servicios de biblioteca para personas con dislexia (IFLA, 2014)
- Norma UNE 153101:2018 EX. Lectura Fácil. Pautas y recomendaciones para la elaboración de documentos (AENOR, 2018)
Algunas buenas prácticas sugeridas son:
- Utilizar lenguaje directo y vocablos conocidos por la audiencia
- Emplear oraciones cortas y con una sola idea (no coordinadas ni subalternas)
- Evitar por completo las metáforas y palabras ambiguas
- Colocar pocos adjetivos
- Utilizar fuentes sin serifa o paloseco y con un tamaño superior a 12 o 14 puntos
- Utilizar un buen espaciado entre líneas y párrafos.
- Excepción: para la dislexia, se recomienda emplear el interlineado sencillo entre línea y línea
- Establecer buen contraste texto-fondo
- Excepción: para la dislexia, evitar los fondos brillantes o blancos luminosos; los grises tenues son los mejores. La combinación ideal entre texto fondo es crema/negro
- Utilizar otro medio además del color para resaltar o transmitir información
- Distribuir visualmente los conceptos mediante listas numeradas y/o viñetas
- Colocar el texto en una sola columna
- Excepción: para la dislexia, utilice una columna ancha (44 a 46 caracteres) y por consiguiente, distribuido en menos líneas
- Evitar la alineación justificada. Prefiere la alineación izquierda
- Incorporar códigos de colores. Especialmente, en los casos de trastorno del déficit de atención en los cuales codificar las acciones a realizar con color ayuda a guiarlos en el recurso
- Reforzar los conceptos con ilustraciones simples y pictogramas, sobre todo en el caso de la afasia y el trastorno de aprendizaje no verbal donde la representación gráfica de las palabras resulta casi imprescindible para la comprensión.
- Excepción: en las personas con dislexia se recomienda evitarlos
- En el caso de ser un ebook, web o multimedia, se recomienda incorporar, para reforzar, audios o videos ejecutables a voluntad (no de ejecución automática)
Antes de irte te preguntamos: ¿Sabías que en Argentina ya disponemos de numerosos textos legales redactados en Ley Simple (por ejemplo, nuestra Constitución Nacional) y un Listado de Publicaciones en lectura fácil de interés para la población en general, como por ejemplo los Derechos del paciente?
¡Hasta la próxima!