Comparto un artículo escrito en junio del 2012 aún vigente. Ya en ese momento, según se lee, Marcelo Calvo, el director de la biblioteca para ciegos de la provincia, advertía que por el desarrollo y popularización de las tecnologías digitales, las nuevas generaciones preferían leer audiolibros desde sus dispositivos digitales antes que libros impresos en braille. Esta situación le resultaba preocupante ante un posible analfabetismo funcional en braille en la juventud.